Historia de la topografía
HISTORIA DE LA TOPOGRAFÍA
La Topografía tuvo su inicio desde el momento en que la especie humana dejó de ser nómada para convertirse en sedentaria. La necesidad de establecer límites precisos e invariables en el tiempo entre las propiedades seguramente hizo surgir los primeros métodos e instrumentos topográficos elementales.
Los registros históricos más antiguos que hay en existencia, y que tratan directamente de la topografía, indican que esta ciencia tuvo su principio en Egipto. Heródoto dice que Sesostris (alrededor del año 1400 a. C),dividió las tierras de Egipto en predios para fines de aplicación de impuestos. Las inundaciones anuales del Nilo hicieron desaparecer porciones de estos lotes, y se designaron topógrafos para reponer los límites. A estos topógrafos primitivos se les llamaba estiradores de cuerdas, porque sus medidas las realizaban con sogas que tenían marcas a determinadas distancias correspondientes a las unidades de medida. Con base en estos trabajos, los primeros filósofos griegos desarrollaron la ciencia de la geometría. Su adelanto, empero, tuvo lugar principalmente en los terrenos de la ciencia pura. Nerón destaca en forma prominente por haber efectuado la aplicación de la ciencia a la topografía, alrededor del año 120 a.C. Fue autor de varios tratados importantes de interés para los ingenieros, entre los que se cuenta uno llamado La Dioptra, en el cual relaciona los métodos de medición de un terreno, el trazo de un plano y los cálculos respectivos. También describe en esta obra uno de los primeros instrumentos topográficos de que se tiene noticia, el llamado precisamente dioptra.
Durante muchos años la obra de Herón fue la más autorizada entre los topógrafos griegos y egipcios. El real desarrollo del arte de la topografía vino por la mente práctica de los romanos, cuya más conocida obra escrita sobre topografía tuvo por autor a Frontinus. Aunque desapareció el manuscrito original, se han conservado porciones copiadas del mismo. Este connotado ingeniero y topógrafo romano, que vivió en el siglo primero, fue un pionero en el campo y su tratado fue la Tma durante muchos años.
La habilidad técnica de los romanos la demuestran las grandes obras de construcción que realizaron en todo el Imperio. La topografía necesaria para estas construcciones originó la organización de un gremio o asociación de topógrafos o agrimensores. Usaron y desarrollaron ingeniosos instrumentos. Entre éstos se encuentran los llamados: groma, que se usó para visar; libella, que era un bastidor ,en forma de A con una plomada, para la nivelación; y chorobates, que era una regla horizontal de unos 20 pies (6 metros) de largo, con patas de soporte y una ranura en la parte superior para ser llenada con agua, y el cual servía de nivel.
Uno de los manuscritos en latín más antiguos que hay en existencia es el Códice Aceriano (Codex Acerianus), escrito aproximadamente en el siglo VI. Contiene una relación de la topografía tal como la practicaban los romanos, e incluye varias páginas del tratado de Frontinus. El manuscrito lo encontró Gerbert, en el siglo X y le sirvió de base para su texto de geometría, que estaba dedicado en su mayor parte a la topografía. En la Edad Media, la ciencia de los griegos y los romanos fue mantenida viva por los árabes. Se hicieron pocos progresos en el arte de la topografía, y los únicos escritos relativos a este tema se llamaron "geometría práctica".
En el siglo XIII, Von Piso escribió la Practica Geometria, que contenía instrucciones sobre los métodos topográficos. También escribió la obra Liber Quadratorum, que trata principalmente del cuadrante, que era un bastidor cuadrado de latón con un ángulo de 90° y escalas graduadas. Se usaba un índice movible para visar. Otros instrumentos de esta época fueron el astrolabio, un círculo metálico con un índice articulado en su centro y sostenido por un anillo en la parte superior, y el báculo de cruz (o jalón de agrimensor)., que era una pértiga de madera de unos 4 pies (1.20 m) de longitud, con una cruceta transversal ajustable, en ángulo recto con la regla. Las longitudes conocidas de los brazos de la cruz permitían medir distancias por proporciones y ángulos.
Las primeras civilizaciones suponían que la Tierra era una gran superficie plana, pero observando la sombra circular de la Tierra proyectada sobre la Luna durante los eclipses lunares, y viendo desaparecer a los barcos gradualmente al navegar hacia el horizonte, el hombre dedujo poco a poco que su planeta era en realidad curvo en todas direcciones. La determinación del tamaño y la forma reales de la Tierra ha intrigado al hombre durante siglos.
La historia registra que un griego llamado Eratóstenes, que vivió alrededor del año 220 a.C., fue el
primero en intentar calcular sus dimensiones. Este filósofo determinó el ángulo que subtiende el arco de meridiano ubicado entre Siena y Alejandría en Egipto, midiendo las sombras proyectadas por el Sol en estas ciudades. Luego calculó la longitud del arco multiplicando el número de días de caravana entre Siena y Alejandría por la distancia media recorrida diariamente. A partir de las medidas del ángulo y el arco, y aplicando la geometría elemental, Eratóstenes calculó que la circunferencia de la Tierra medía alrededor de 25 000 millas (unos 40 000 km). Las medidas geodésicas subsecuentes de alta precisión que se han hecho, usando mejores instrumentos y una técnica geométricamente equivalente a la de Eratóstenes, han demostrado que su valor, aunque mayor, es asombrosamente cercano al valor aceptado por lo común. En realidad, por supuesto, la forma de la Tierra se aproxima a la de un esferoide achatado, con un radio ecuatorial 13,5 millas(21,5 km) más largo que el radio polar.
En los siglos XVIII y XIX avanzó más rápidamente el arte de la topografía. La necesidad de mapas y
la fijación de los linderos nacionales hicieron que Inglaterra y Francia realizaran extensos
levantamientos que requirieron de triangulaciones de precisión. Así comenzaron los levantamiento
geodésicos. El aumento del valor de las tierras y la importancia de la exactitud de los linderos, aunado a la demanda de mejoras públicas en los servicios de caminos, canales y ferrocarriles, llevaron a la topografía a una posición prominente. Más recientemente, el gran volumen de la construcción general, las numerosas particiones de la tierra, la necesidad de mejores registros y las demandas planteadas por los programas de exploración y estudio ecológico han implicado un desarrollo reciente de los trabajos de topografía. Esta disciplina es aún el signo del progreso en el fomento y la utilización de los recursos naturales de la Tierra.
Los equipos de medición electrónica distancias (EDM), los dispositivos de rayos láser, los giróscopos indicadores del norte, las cámaras aerofotográficas mejoradas, los helicópteros, los sistemas inerciales de levantamiento, los sensores remotos y las computadoras de diversos
tamaños son ejemplos de productos de la tecnología actual que se aplican directamente en la topografía moderna con gran éxito.
Los instrumentos topográficos tradicionales:
Teodolito o tránsito, el nivel y la cinta de acero, son sustituidos ahora frecuentemente por el teodolito de precisión, el nivel de autonivelación, el equipo de medición electrónica de distancias y la cámara aérea.
En el campo de la elaboración de mapas o cartografía, excepto para áreas pequeñas, la fotogrametría ha reemplazado generalmente a la topografía terrestre en muchas clases de trabajos, pero los levantamientos ordinarios en tierra son todavía esenciales para establecer las posiciones de los puntos de control horizontal y vertical, los vértices de límites de propiedad, los trazos para obras construcción, etc.
Para fines de planeación con respecto a la utilización de tierras y el mapeo de recursos naturales,
los nuevos sistemas de detección remota que se llevan en satélites hacen posible la adquisición de
un gran acopio de datos, que antes era materialmente imposible obtener.
https://1library.co/document/dzxogp4z-introduccion-topografia-introduccion-historia-topografia.html
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